No siempre todo es como uno dice.

Tengo que confesar que las cosas no son siempre como uno dice, y a veces nos intentamos engañar a nosotros mismos in ningún éxito, ya que somos los que mejor nos conocemos y sabemos perfectamente lo que queremos y lo que sentimos.
Por eso tengo que decir que durante estos meses de mentiras conmigo misma y con la gente que me rodea no ha servido de nada, que sigues ahí, en mis pensamientos.
Y alomejor lo tengo que seguir recordando durante un tiempo, hasta que el recuerdo si dios quiere se vuelva a convertir en hechos.